Lo que parece un espectacular diseño para lucir los encantos de Katy Perry, se ha convertido en una auténtica amenaza.
El sostén giratorio que la cantante ha lucido en sus recientes shows se han enredado con su cabello, haciendo de sus senos un remolino.
“Mi cabello se atoró en la ruedas de mi sostén de menta giratorio y empezó a enredarse. Tuve que continuar y para el final de la canción parecía que estaba lamiendo mi propio busto ¡Las cosas que hace una chica por arte!”, comentó la artista californiana.
En realidad, dijo, ella no teme y podría seguir cantando, “pero mi equipo de seguridad me dice que está preocupado de que pueda lastimarme el cuello. Dudo que sea algo letal, pero ellos quieren que se diseñe un sujetador con el que no se me quede el pelo atrapado”, explicó Perry.
La intérprete se ha caracterizado por innovar en su vestuario lleno de caramelos y galletas.
Su ex tiene compañía
En tanto la cantante rediseña su vestuario, su ex esposo, Russell Brand, fue captado en California besando a una de sus compañeras de la clase de yoga.
De acuerdo al mismo diario, el comediante inglés se dejó ver muy cariñoso con una mujer rubia que nada tiene que ver con las artes escénicas.
Russell comentó recientemente a un programa de televisión de EU que la yoga le ha ayudado a ser feliz y a mantenerse concentrado, tras su divorcio de Perry, en diciembre del año pasado.
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