“Es una felicidad muy grande la que tengo, porque gracias a Dios se hizo justicia. Siempre he confiado en las leyes y hoy nuevamente compruebo que cuando uno habla con la verdad y cuando uno actúa de la mejor manera, los resultados siempre serán favorables. Amo a mis hijos y hoy, definitivamente, es un día de mucha felicidad”, informó la también actriz mediante un comunicado.
De acuerdo con el documento dado a conocer la víspera, la juez determinó que Andrés Puentes, padre de los menores, está obligado a cumplir con la pensión alimenticia que, conforme a lo declarado por Tatiana, nunca se realizó a lo largo de los 10 años que duró el juicio. La impartidora de justicia declaró sin validez alguna el supuesto recibo de aportación por pensión que la contraparte presentó ante los medios de comunicación por 3 millones de pesos, por estar plagado de “anomalías e irregularidades”.
Esta es la segunda victoria judicial que se apunta Tatiana en días recientes sobre su ex esposo, tras la sentencia dictada en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, que la declara titular exclusiva para usar comercialmente su imagen artística y el nombre de “Tatiana”.
Una tormentosa historia
El 30 de mayo de 2001, apenas una semana después de haber dado a luz a su hijo Andrik, Tatiana huye con sus hijos y se brinca una barda de la parte trasera de la residencia que compartía con su esposo Andrés Puentes en el Estado de México, debido a las constantes disputas que sostiene con él, aunque no lo hace público.
Unos días días después, Andrés Puentes es hospitalizado por un pelotazo en la cabeza y comienza a hablar mal de la familia de su aún esposa.
El 11 de julio siguiente, Tatiana por fin habla y revela los maltratos de los que fue víctima de su esposo; argumenta que ante la prensa muestra una personalidad y con ella otra.
También inicia la larga pelea por los derechos del nombre de Tatiana, que supuestamente compartían.
“La reina de los niños”, quien se mudó a Monterrey a casa de sus padres, comenzó lo que sería una larga disputa por recuperar los derechos de explotación de su nombre, la recuperación de sus propiedades y particularmente, la patria potestad y la custodia de Casandra y Andrik.
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